viernes, 22 de febrero de 2013

Presión de grupo.



"Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago" (Romanos 7:18)


En todos nosotros se han cumplido estas palabras, muchas veces cometemos actos que realmente no deseamos hacer, pero no tenemos la suficiente fuerza para resistir las opiniones de los muchos contra los pocos que quieren hacer el bien.
"A donde va toda la gente, allí va Vicente", esta frase se puede aplicar a nuestra vida en un ejemplo muy cercano a nosotros: puede ser que haya una salida a comer el fin de semana, y tus padres no te dan permiso de regresar a más de las siete de la noche, ya casi van a ser las seis y media y uno de tus amigos propone ir a una pequeña fiesta en su colonia y NO tienes permiso de asistir pues ya es hora que te vayas a tu casa, te comienzas a despedir y todos te molestan diciéndote "¡aguafiestas!" y terminan por convencerte de ir con ellos a bailar en lugar de dirigirte a con tus padres a la hora que te indicaron. Y sólo por no quedar como un "monigote" de tus papás frente a todos decides ir a donde va toda la gente.
Las consecuencias no siempre serán drásticas y trágicas, pero si dejas que tus amigos o compañeros te manipulen con asuntos de poca importancia, lo harán después con cosas fuertes o serias que pueden traer grandes repercusiones a tu vida y la de los que te rodean. Es necesario que creemos nuestro propio criterio y una personalidad segura para que cuando otros intenten manipular tus decisiones lo hagan en vano y no consigan hacerte cambiar tus bases ni te induzcan a fallarte a ti mismo y a quienes hayan confiado en ti. 

Tendremos que seguir con ésto para ampliarlo un poco más... espero que tus días sean colmados de alegrías y bendiciones; y no te rindas en esta búsqueda de la felicidad, estamos cada vez más cerca...

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