"Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús... Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?"
La vida trae siempre oportunidades nuevas, retos y pruebas pero todas requieren que nos arriesguemos decididos.
No hay tiempo para el miedo y las preguntas, no importa si nadie puede responder tus dudas o aconsejarte. Sabes en el fondo que si nadie te ayuda siempre Dios estará oyendo tus peticiones y no te dejará caer.
En algún momento de la vida debemos dar el primer paso hacia lo desconocido. Si esa ocasión ya se presentó y no te has decidido ¿qué estás esperando?, ¿qué puedes perder?
Muchas ocasiones nuestra inseguridad no nos deja seguir, pero no hay que tener miedo de arrancar. Deja caer tus temores al suelo, sal de tu escondite y ya no des más vueltas; deja las dudas a un lado, ellas tratarán de detenerte, pero tú estás hecho para algo más grande que sólo quedarte estancado esperando que el éxito llegue a ti por arte de magia. Por eso:
¡Avanza!, aun cuando hay tormenta.
¡Avanza!, aun cuando te sientas débil.
¡Avanza!, aun cuando tu corazón diga lo contrario.
¡Avanza!, aun cuando todo indique que debes renunciar.
¡Avanza!, aun cuando tu esperanza se haya ido.
¡Avanza!, incluso cuando no logres ver un buen final.
¡Avanza a pesar de todo y vence las circunstancias!
Ahora, recuerda todo lo bueno que puedes hacer y enfrenta lo que no puedes y no tendrás qué temer.
Ya sabes qué hace falta hacer, sólo necesitas decisión y podrás aun...
CAMINAR SOBRE EL AGUA.
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